El Hermano Luis Berger, SJ, a pedido de los Congregantes Marianos, accedió a representar la Mujer del capítulo 12 del Apocalipsis. El cuadro se llamó como la Congregación Mariana: “de la Pura y Limpia Concepción”. Fue plasmada en un lienzo que mide 1,33 x 0,96 mts. y que actualmente se venera en el Santuario.

El 9 de mayo, habiendo finalizado la misa, el Padre Pedro de Helgueta, SJ, levantó la vista hacia el cuadro y descubrió que de la mitad de la Imagen hacia abajo corrían hilos de agua resultantes de innumerables gotas emanadas en forma de sudor. Enseguida comenzaron a embeber aquel agua en algodones y lienzos, mientras el número de fieles y curiosos crecía junto al júbilo y las exclamaciones.

Se completó el traslado de la ciudad a unos 80 kilómetros más al sur, al sitio que hoy ocupa. En la nueva ciudad, que pasó a llamarse Santa Fe de la Vera Cruz, los padres jesuitas ocuparon el mismo lugar que tenían en Santa Fe La Vieja. El templo actual, declarado Monumento Histórico Nacional, se terminó de construir en 1670.

El 9 de mayo de 1936, al cumplirse los 300 años del sudor milagroso el Papa Pío XI otorgó la Coronación Pontificia al cuadro de Nuestra Señora, cambiándolo al centro del altar mayor. Presidió la ceremonia el Cardenal Santiago Copello y vinieron fieles y jesuitas de otras regiones del país. Además, ese día, se erigió el Templo como Santuario.