Los tiempos que vivimos son muy distintos a los que imaginamos. Podemos proyectar y soñar muchas cosas, pero no siempre todo lo que queremos se cumple de la manera como lo deseamos. Los caminos y los tiempos que nosotros imaginamos a veces no son los caminos y los tiempos de Dios. La presencia y las palabras de los ancianos, Simeón y Ana, seguramente llenaron de sorpresa, y tal vez de temor, el corazón de José y María. Los ancianos representan la sabiduría del creyente que sabe reconocer en los acontecimientos que vivimos la mano y Presencia divina. Necesitamos aprender a leer en los acontecimientos de nuestra vida la presencia de Dios. La fe nos hace descubrir a Dios en todo lo que vivimos.
Entradas recientes
Etiquetas
aceptar
actitud
Alegría
amar
Amor
aprender
bondad
Camino del Milagro
Compasión
confianza
conocimiento
corazón
crecer
creer
descubrir
Dios
discernimiento
Día
Ejercicios Espirituales
entrega
escuchar
Esperanza
Evangelio
fe
felicidad
gestos
interior
Jesús
libertad
mensaje
miedo
Miedos
Misericordia
Nuestra Señora de los Milagros
Oración
Palabra
palabras
Paz
reconciliación
Reflexiones
Regalo
sabiduría
verdad
vida
vivir